Qué decir sobre la impericia ortográfica de nuestro alumnado. Pospongamos el posible debate sobre la racionalidad de alguna de las normas. Aceptemos la evidencia de la falta de rigor; los chicos afrontan la escritura como una actividad enojosa, un trámite que hay que solventar de aquellas maneras. Admitamos que lo natural es respirar, hablar. En los albores de la civilización escribían los esclavos, el servicio, los escribas. Sumemos la falta de hábito lector. Dejemos también abierta la casuística: chicos lectores, incluso brillantes que patinan en la ortografía (caprichos neurológicos, sinapsis erradas, intermitencias en la memoria visual). Quién sabe qué.
Las causas son a veces difusas, en todo caso variadas (multifactorial se dice ahora). Los procedimientos para afrontar el problema igual, variados, difusos. Quizá lo esencial sea cambiar la actitud frente a la escritura, a la par que se consolida un hábito lector. Después lo demás, sanciones, ejercicios de refuerzo, rellenos, hot, etc… A todo ello, añado la posibilidad de que el alumno elabore su propio censo de errores (aplicación del nosce te ipse al desbarajuste ortográfico). Suelen reincidir (perdón, inconscientemente el léxico deriva hacia la jerga penal) en los mismos. Cualquier error señalado por el profesor pasa a formar parte del censo: en sendas columnas se anota la forma incorrecta y la correcta en mayúsculas (sirve cualquier tipo de subrayado tipográfico que trabaje en favor de la memoria visual). En todas las pruebas escritas pueden disponer de su censo. Autoconciencia al servicio del proceso de revisión. Una ocurrencia más, quizá. En cualquier caso ahí va, en documento word, la plantilla.
Voy a intentar llevar a la práctica este censo de errores en 3º de ESO. Ya te contaré la experiencia. Gracias por la plantilla.
Antonio, en cierto modo se trata también de que las correcciones sirvan para algo. Hay que insistir, requiere orden, constancia. Como casi siempre, no sé…
…Por cierto, si se puediera tasar lo que tus ideas me vienen ayudando…
Creo que no es una buena idea lo de las dos columnas.
Prefiero una columna única, de las palabras correctamente escrita, subrayando o anotando al lado la dificultad o el error cometido.
No soy ningún experto; pero creo que si hay un componente de memoria visual (y kinésica) en esto de la ortografía, mescribir una palabra mal (incluso en una actividad de corrección) es una posibilidad más de volverla a escribir mal, incluso si en la columna de al lado se escribe correctamente.
Creo que es muy sensata tu opinión, Julen.
En otro orden de cosas, la dificultad está en organizarles lo que a la postre no es para ellos sino otro papel más. Que le vean utilidad, que se habituen a repensar en la corrección . No lo sé, otro intento más.